Por Ronald Joshua
GINEBRA | BRAZZAVILLE (IDN) – Mientras la pandemia de COVID-19 causa estragos en la economía mundial y sigue la búsqueda frenética de una vacuna, en África, gracias a una campaña concertada de inmunización, celebran su victoria contra una enfermedad altamente infecciosa que afecta principalmente a niños menores de 5 años. Es un avance significativo que marca la erradicación del segundo virus de la faz del continente desde la viruela, hace 40 años.
“Hoy es un día histórico para África”, comentó la profesora Rose Gana Fomban Leke, presidenta de la Comisión Regional Africana de Certificación para la Erradicación de la Polio (ARCC), que ha declarado la región libre de polio.
El virus invade el sistema nervioso y puede provocar una parálisis total en cuestión de horas. El virus se transmite entre seres humanos, principalmente por vía fecal u oral o, con menor frecuencia, a través de un vehículo común (por ejemplo, agua o alimentos contaminados) y se multiplica en el intestino.
Los síntomas iniciales son fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez del cuello y dolor en las extremidades. Una de cada 200 infecciones conduce a una parálisis irreversible (generalmente en las piernas). Entre los paralizados, del 5 al 10 % muere cuando sus músculos respiratorios se inmovilizan.
La región africana “ha cumplido con éxito los criterios de certificación para la erradicación de la polio salvaje, sin que se hayan informado casos del poliovirus salvaje durante cuatro años”, indicó el presidente del ARCC.
La decisión del ARCC se ejecuta tras un proceso exhaustivo de décadas de documentación y análisis de la vigilancia de la polio, la inmunización y las capacidad de los laboratorios de los 47 estados miembros de la región, que incluyó la realización de visitas de verificación sobre el terreno a cada país, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) de África en un comunicado de prensa el 25 de agosto.
En 1996, los jefes de los estados africanos se comprometieron a erradicar la poliomielitis durante el trigésimo segundo período ordinario de sesiones de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en Yaundé, Camerún. En ese momento, la polio paralizaba aproximadamente a 75 000 niños cada año en el continente africano.
Ese mismo año, el premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, con el apoyo de Rotary International, impulsó el compromiso de África con la erradicación de la polio con el lanzamiento de la campaña Kick Polio Out of Africa (echemos a la polio de África). La llamada de Mandela movilizó a las naciones africanas y a los líderes de todo el continente para intensificar sus esfuerzos de producción de vacunas que llegaran a todos los niños.
El último caso de poliovirus salvaje en la región se detectó en 2016 en Nigeria. Desde 1996, los esfuerzos de erradicación de la polio han evitado que hasta 1,8 millones de niños sufran una parálisis de por vida y han salvado aproximadamente 180 000 vidas.
“Este es un hito trascendental para África. De ahora en adelante, las futuras generaciones de niños africanos vivirán libres de polio salvaje”, comentó el Dr. Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África. “Este logro histórico solo fue posible gracias al liderazgo y compromiso de los gobiernos, de las comunidades, de los socios en la erradicación mundial de la polio y de los filántropos. Rindo un homenaje especial a los trabajadores sanitarios y a los vacunadores de primera línea, algunos de los cuales perdieron la vida, por esta noble causa”.
“Sin embargo, debemos estar atentos y mantener los niveles de vacunación para evitar un resurgimiento del poliovirus salvaje y abordar la amenaza continua de la polio derivada de la vacuna”, dijo el Dr. Moeti.
Si bien la erradicación del poliovirus salvaje de la región de África de la OMS es un logro importante, en la actualidad 16 países están experimentando brotes de cVDPV2, que podrían darse en comunidades subinmunizadas.
Los 16 países de África afectados actualmente por brotes de poliovirus derivados de la vacuna en circulación son Angola, Benín, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Chad, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Etiopía, Guinea, Ghana, Malí, Níger, Nigeria, Togo y Zambia.
“África ha demostrado que, a pesar de sus débiles sistemas sanitarios y los importantes desafíos logísticos y operativos, los países africanos han colaborado de forma muy eficaz para erradicar el poliovirus salvaje”, dijo el Dr. Pascal Mkanda, coordinador del Programa de Erradicación de la Polio de la OMS en la región de África.
“Con las innovaciones y la experiencia que han aportado el programa contra la polio, estoy seguro de que lograremos mantener estos hitos, después de la certificación, y eliminar así el cVDPV2”, añadió el Dr. Mkanda.
“La experiencia adquirida con la erradicación de la polio seguirá ayudando a la región africana a abordar el COVID-19 y otros problemas sanitarios que han diezmado el continente durante tantos años y, en última instancia, lograr una cobertura sanitaria universal en todo el continente. Este será el verdadero legado de la erradicación de la polio en África”, admitió el Dr. Moeti.
Gracias a la dedicación de la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Polio (GPEI), los casos de polio se han reducido en un 99,9 % desde 1988, acercando al mundo más que nunca a acabar con la polio, según la OMS para África.
Más del 90 % de la población mundial está libre del poliovirus salvaje, lo que acerca al mundo a lograr la erradicación mundial de la polio. Solo dos países en todo el mundo siguen sufriendo la transmisión del poliovirus salvaje: Pakistán y Afganistán.
La GPEI ha felicitado a los gobiernos nacionales de los 47 países de la Región de África de la OMS por su último logro.
“Erradicar el poliovirus salvaje en África es uno de los mayores logros de salud pública de nuestros tiempos y nos otorga una poderosa inspiración para que todos terminemos la tarea de erradicar la polio en todo el mundo”, dijo el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Agradezco y felicito a los gobiernos, a los sanitarios, a los voluntarios de la comunidad, a los líderes tradicionales y religiosos y a los padres de toda la región que han trabajado juntos para expulsar a la polio salvaje de África”.
Un fuerte liderazgo e innovación fueron fundamentales para detener el poliovirus salvaje en la región. Los países coordinaron con éxito sus esfuerzos y superaron los principales desafíos para inmunizar a los niños, como los altos niveles de movimiento de población, los conflictos y la inseguridad que restringen el acceso a los servicios sanitarios y la capacidad del virus para propagarse rápidamente y cruzar las fronteras.
Además, la generosidad continua y el compromiso compartido de los donantes, incluidos los de los gobiernos, el sector privado, las instituciones multilaterales y las organizaciones filantrópicas, que tienen como fin lograr un mundo libre de polio, ayudaron a construir la infraestructura que permitió a la región africana llegar vacunar a más niños que nunca y derrotar a la polio salvaje.
“Durante un año difícil para la salud mundial, esta certificación, que afirma que la región africana está libre de poliovirus salvaje, es una señal de esperanza y progreso que muestra lo que se puede lograr mediante la colaboración y la perseverancia”, indicó el presidente de Rotary International, Holger Knaack.
Los recursos y la experiencia utilizados para eliminar la polio salvaje han contribuido significativamente a los sistemas sanitarios públicos y de respuesta a brotes en África. El programa contra la polio aporta beneficios sanitarios de gran alcance a las comunidades locales, desde el apoyo a la respuesta de la región africana al COVID-19 hasta el refuerzo de la inmunización rutinaria contra otras enfermedades prevenibles por vacunación.
Aunque este es un hito notable, no debemos volvernos conformistas. El compromiso continuo con el fortalecimiento de los sistemas de inmunización y de salud en el continente africano es esencial para proteger el progreso contra la polio salvaje y abordar la propagación del poliovirus circulante derivado de la vacuna tipo 2 (cVDPV2), que está presente en 16 países de la región. Los focos de baja inmunidad implican que tales cepas siguen representando una amenaza y el riesgo se magnifica por las interrupciones en la vacunación, debido al COVID-19, que han dejado a las comunidades más vulnerables frente a los brotes de cVDPV2.
La GPEI insta a los países y donantes a permanecer alerta contra todas las formas de polio. Hasta que se erradiquen todas las cepas en todo el mundo, el increíble progreso logrado contra la polio a nivel mundial estará en peligro. [IDN-InDepthNews: 25 de agosto de 2020]
Foto: Un niño recibiendo la vacuna oral contra la polio. Crédito: Oficina Regional de la OMS para África
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