De Jaya Ramachandran
ROMA (IDN) – El aumento de los niveles de hambre e inseguridad alimentaria que se viene produciendo en América Latina y el Caribe desde 2015 se vio agravado por los efectos de la pandemia de COVID-19. La región está ahora todavía más lejos de lograr la meta 2.1 de los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) para acabar con el hambre y lograr la seguridad alimentaria, según el último Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional.
El informe es una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura(FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El informe apunta que el hambre y la inseguridad alimentaria aumentaron en mayor grado en América Latina y el Caribe que en cualquier otra región del mundo. El número de personas que viven con hambre en América Latina y el Caribe aumentó en 13,8 millones, llegando a 59,7 millones de personas (9,1% de la población) en 2020. Esto supuso un aumento del 30 %, o 13,8 millones de personas adicionales, comparado con 2019.
Además, 4 de cada 10 personas en la región (267 millones) experimentaron inseguridad alimentaria moderada o severa en 2020, 60 millones más que en 2019, un aumento de nueve puntos porcentuales, la mayor subida en relación al resto del mundo.
El informe advierte que la región también está perdiendo la batalla contra otras formas de malnutrición. 106 millones de personas (uno de cada cuatro adultos) padecen obesidad y, en 2020, 3,9 millones de niños (el 7,5 % de los menores de cinco años) tenían sobrepeso.
También informó del aumento de la inseguridad alimentaria, afirmando que el 41 % de la población de la región padece «inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que se traduce en 267 millones de personas cuyo derecho humano a la alimentación no se cumple».
En Sudamérica, el número de personas que padecen hambre aumentó en 18 millones de personas entre 2014 y 2020. No obstante, el informe afirma que la mitad del aumento, aproximadamente 9 millones de personas, «tuvo lugar entre 2019 y 2020, en el contexto de la pandemia de COVID-19».
«Esto sugiere un aumento del 36 % en el número de personas que viven con hambre en solo un año», afirma.
Entre los países con los números más elevados de personas que sufren hambre en América Latina y el Caribe están Haití, Venezuela, Guatemala y Nicaragua.
El informe también afirma que la pandemia de COVID-19 ha «agravado» el problema del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, ya que ha «reducido los ingresos de millones de personas en la región».
«No obstante, la pandemia no es la única responsable de todos estos contratiempos, ya que las estadísticas regionales del hambre llevan aumentando seis años seguidos», indica el informe.
En una declaración, Julio A. Berdegué, el representante regional para América Latina y el Caribe en la Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura, ha pedido que se actúe para frenar la tendencia en crecimiento.
«Debemos decirlo alto y claro: América Latina y el Caribe se enfrentan a una situación crítica en cuanto a la seguridad alimentaria», afirma. Mientras que el número de personas que padecen hambre aumentó, el informe también indicó que, en otras partes de la región, la batalla contra otras formas de malnutrición, incluida la obesidad, se está perdiendo.
En América Latina y el Caribe, aproximadamente 106 millones de personas, o 1 de cada 4 adultos, sufren obesidad. Entre 2016 y 2020, el predominio de la obesidad aumentó un 9,5 % en el Caribe, un 8,2 % en México y Centroamérica y un 7,2 % en Sudamérica.
Además, el número de niños con sobrepeso sigue aumentando, con aproximadamente 3,9 millones de niños obesos, un 7,5 % de los cuales son menores de 5 años. La cifra, afirma el informe, está casi un 2 % por encima del promedio mundial.
El informe afirma que las nuevas estadísticas contribuirán a un «diálogo de políticas para la recuperación pospandemia, que es fundamental para acortar las diferencias en la igualdad y cumplir las metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible».
«No podemos revertir estas tendencias salvo que transformemos nuestros sistemas agricultores y alimentarios para que sean eficientes, resistentes, inclusivos y lo suficientemente sostenibles como para proporcionar una dieta saludable para todo el mundo, sin dejar a nadie atrás», afirma el informe.
En 2020, la inseguridad alimentaria moderada o severa afectó al 40,9 % de la población en América Latina y el Caribe, bastante por encima del predominio registrado a nivel global (30,4 %). Entre 2014 y 2020, la inseguridad alimentaria moderada o severa aumentó en 16 puntos porcentuales. Más de la mitad de dicho aumentó tuvo lugar el año pasado, en el contexto de la pandemia de COVID-19, con un aumento del predominio del 31,9 %
al 40,9 %, lo que supone un aumento de 9 puntos porcentuales, el mayor en relación con otras regiones del mundo. [IDN-InDepthNews – 6 de enero de 2022]
Crédito de la imagen: ONU