La agricultura urbana puede ser la solución en Nepal a la caída de la producción de alimentos, puede crear empleos, recargar las aguas subterráneas y preservar los espacios abiertos.
【Katmandú, Nepali Times】
Cuando las Naciones Unidas celebraron la Cumbre del Futuro en su sede de Nueva York, el pasado mes de septiembre, varios líderes mundiales, entre ellos el Primer Ministro de Nepal, Khadga Prasad Oli, destacaron el efecto del colapso climático en el aumento de la frecuencia e intensidad de los desastres naturales.
Lo que no recibió tanta atención fue el impacto a largo plazo de la crisis climática en la producción de alimentos. De hecho, el estrés por calor, los fenómenos meteorológicos extremos y las consecuencias para la agricultura de secano ya se están dejando sentir en todo el mundo, lo que merma las posibilidades de que se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para 2030.
Las 17 metas de los ODS comprometen a países como Nepal a reducir la pobreza y la desigualdad, acabar con la desnutrición, proteger el entorno natural y garantizar que todos los ciudadanos disfruten de salud, justicia y prosperidad sin dejar atrás a nadie.
Sin embargo, además del impacto del cambio climático en la producción agrícola, en Nepal la zona de cultivo se ve afectada por la expansión urbana, el descenso de la productividad y la necesidad de insumos costosos como fertilizantes y pesticidas.
La expansión urbana de Katmandú se está comiendo sus tierras fértiles cultivables. Foto: TAYLOR MASON.
Un nuevo estudio dirigido por el investigador nepalí Prajal Pradhan en la Universidad de Groningen (Países Bajos) analiza cómo la agricultura urbana puede ofrecer una solución a la caída de la producción de alimentos y el cumplimiento de las metas de los ODS.
Los investigadores evaluaron 1,450 publicaciones que exploraron las contribuciones de la agricultura urbana con efectos tanto positivos como negativos, y publicaron sus conclusiones en la revista Cells Report Sustainability.
La agricultura urbana puede ayudar a alcanzar los 17 ODS, incidiendo positivamente en 81 metas. Sin embargo, también podría socavar 51 objetivos.
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“La agricultura urbana ofrece un inmenso potencial para el desarrollo sostenible, pero para aprovechar este potencial se necesita de manera crucial la adopción de prácticas que minimicen sus efectos adversos al tiempo que maximicen sus beneficios”, explica Pradhan.
La agricultura urbana puede mejorar sustancialmente la seguridad alimentaria urbana, proporcionar empleo a los pobres en las ciudades, además puede servir para recargar las aguas subterráneas en zonas urbanizadas y preservar espacios abiertos que pueden servir de refugio en caso de catástrofes como terremotos. Sin embargo, también presenta problemas como los riesgos potenciales para la salud derivados de la contaminación y la necesidad de insumos caros.
“La agricultura urbana desempeña un papel definitivo en el avance de los ODS, pero lograrlo se requiere soluciones a medida y específicas para cada contexto, que aborden los desafíos particulares de las diferentes regiones”, afirma Yuanchao Hu, de la Universidad de Wuhan (China) e investigador del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático. “Pero se necesita un acceso equitativo y una gestión rigurosa de los riesgos medioambientales”.
La rápida urbanización está comiéndose las tierras agrícolas más fértiles de Nepal, lo que significa que cultivar en los espacios abiertos que quedan dentro de las ciudades puede ser una alternativa viable, sobre todo a medida que suben los precios de los alimentos.
“La conversión de las tierras más fértiles de Nepal en ciudades es un grave problema”, declaró Pradhan a Nepali Times. “El cultivo de cosechas, la horticultura, la agrosilvicultura, la apicultura, la cría de ganado o la acuicultura pueden ser actividades agrícolas dentro y alrededor de las ciudades”.
El estudio hace recomendaciones sobre prácticas sostenibles que aprovechen los aspectos positivos de la agricultura urbana al tiempo que mitigan los negativos, promoviendo así ciudades más resilientes en el futuro.
La investigación muestra que la agricultura urbana ha ayudado a muchos países a alcanzar las metas de los ODS al mejorar la seguridad alimentaria y la biodiversidad, al tiempo que contribuye a la educación y a la preservación de los espacios abiertos.
Muchos agricultores del interior que se han instalado en el valle de Katmandú o en otras zonas urbanas del país practican la agricultura urbana, alquilando parcelas en los barrios o cultivando huertos en los tejados, tanto por necesidad, debido a la inflación y a la caída de los ingresos, como por afición.
Saurav Dhakal, defensor de la sostenibilidad en Story Cycle y ahora investigador en el Instituto Asiático de Tecnología de Tailandia, afirma que la agricultura urbana aporta beneficios socioeconómicos y medioambientales.
“Proporciona beneficios a todos los habitantes de las ciudades, independientemente de su nivel de ingresos”, dice Dhakal, “las familias obtienen alimentos frescos, y hay muchos otros beneficios como la retención de agua, la regulación del calor y la biodiversidad. Todos ellos son bienes públicos, por lo que pueden ser necesarios incentivos gubernamentales especiales”.
No es raro ver huertos e incluso arrozales en el centro de Katmandú, donde una generación de agricultores de edad avanzada aprovecha la tierra fértil disponible y los huertos en los tejados para producir alimentos frescos, nutritivos y, así reducir su dependencia a suministros que tienen que comprar luego de ser transportados en camiones desde grandes distancias.
La población urbana en Nepal creció rápidamente, pasó del 3,6% en 1991 al 25% en la actualidad. Hay una gran emigración que viene de las montañas a las zonas suburbanas del Tarai, al valle de Katmandú y Pokhara, donde muchos jóvenes se trasladan luego al extranjero en busca de trabajo. La población del valle de Katmandú ha aumentado a casi 3 millones de habitantes, y crece a un ritmo del 6,5% anual.
Dilip Shrestha, de 71 años, trabajó para la Nepal Food Corporation, por lo que conocía de primera mano la inflación, la escasez y las verduras con residuos de pesticidas. Por eso, cuando diseñó su nueva casa en Katmandú, construyó un espacioso tejado donde cultiva pepinos, jengibre, ajo, cilantro, cebollas, tomates, chile, frijoles, quingombó, calabaza y lechuga. Su familia come más sano y él ha reducido su dependencia del mercado.
El coautor del artículo de la revista Cell Reports Sustainability, Daya Raj Subedi, y quien es candidato a doctor de la Universidad Forestal de Beijín, afirma que la agricultura urbana también fomenta la inclusión y el bienestar psicosocial.
Comenta que: “Un hallazgo crucial del estudio es la identificación de oportunidades y retos asociados a la agricultura urbana, puede promover la transformación sostenible de la sociedad.”
En Banepa, Bijaya Manandhar, de 55 años, ha visto cómo las fértiles granjas de su barrio, que abastecían de hortalizas a Katmandú, ahora están completamente urbanizadas y no queda ningún espacio abierto. El confinamiento por la pandemia la impulsó a recurrir al medio de vida ancestral de la familia, cultivando alimentos no en las granjas de terrazas, sino en la azotea.
Manandhar forma parte de कौसी खेती र करेसाबारी क्रान्ती (Agricultura en azoteas y Revolución de los huertos), que cuenta con 52.000 miembros suscritos en línea y otorga premios anuales a mujeres que se destacan en agricultura urbana.
Pradhan afirma que ahora el reto es ampliar estos ejemplos de prácticas agrícolas urbanas exitosas para que apoyen los esfuerzos de Nepal por alcanzar las metas de los ODS. Añade “Los cultivos en torno a las ciudades pueden protegerse mediante planes y regulaciones de uso del suelo. Promover la agricultura comunitaria, incluidos los huertos en azoteas, requiere la participación de la comunidad y asociaciones público-privadas en toda la cadena de valor alimentaria.”
Este apoyo aceleraría la popularidad de los cultivos en azoteas y los huertos comunitarios existentes en el valle de Katmandú, o las iniciativas de huertos familiares en Pokhara, y aprovecharía las prácticas agrícolas tradicionales que se conservan e integran en entornos urbanos como en Bhaktapur y Banepa. En Lalitpur, el Centro de Facilitación para el Emprendimiento de Mujeres promueve la agricultura urbana potenciando tanto la sostenibilidad como el empoderamiento.
Otro de los coautores del informe, el chino Yuanchao Hu, afirma que la investigación de seguimiento del equipo tendrá como objetivo identificar buenas prácticas en la agricultura urbana local. Y añade: “Hay ejemplos de agricultura urbana que optimizan la sostenibilidad, lo que garantiza que siga siendo una solución viable para las ciudades de todo el mundo mientras los países intentan cumplir las metas de los ODS.”
Prajal Pradhan, Daya Raj Subedi, Kshitij Dahal, Yuanchao Hu, Prakriti Gurung, Sijal Pokharel, Sagar Kafle, Biplav Khatri, Sudeeksha Basyal, Monika Gurung y Aruna Joshi. La agricultura urbana es importante para el desarrollo sostenible. Cell Reports Sustainability, 1:100217, 2024.
[DOI: 10.1016/j.crsus.2024.100217]
Prajal Pradhan (p.pradhan@rug.nl)
Este artículo ha sido publicado por Nepali Times, en colaboración con INPS Japan y Soka Gakkai International, con estatus consultivo ante el ECOSOC de la ONU.
INPS Japón
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